jueves, 3 de septiembre de 2009

- Nos apoyamos en creencias para seguir viviendo. El necesitar de estas creencias para vivir no quiere decir que constituyan verdades irrefutables. Por ejemplo, tenemos la creencia de que el vino de la rioja es más sano que el arsénico; es verdad, sin embargo el vino ingerido en grandes dosis es letal y en dosis mínimas el arsenico es utilizada por la farmacopea para elaborar medicamentos.
Gracias a nuestra mente y a nuestros sentidos comprendemos parte de la realidad. Albert Einsten dijo una vez que lo más incomprensible de la naturaleza es que nosotros podamos al menos en parte comprenderla.
La razón controla y revisa la validez de las fuentes de conocimiento. Por ejemplo, un día la razón te dice que ignores la información que te llega de la televisión y que utilizes otros medios de información como Internet y las bibliotecas. En Internet utilizas más la razón porque te ves obligado a juzgar la información por tí mismo; juicio que los adictos a los telediarios tienen menos desarrollados porque para muchos si la televisión dice blanco es que es blanco.